Envejecer no es una enfermedad, ni una desgracia de la cual tenemos que avergonzarnos, sino …
Un día hay un maremoto en tu interior y sientes que perdiste todo, después, cuando el mar se calma, te das cuenta que todo lo que quedó era justo lo necesario para aprender a vivir.
Envejecer no es una enfermedad, ni una desgracia de la cual tenemos que avergonzarnos, sino …